miércoles, 15 de mayo de 2013

DOS SIGLOS DESPUÉS DE 'LA PEPA'



Cádiz ha batido récords de visitas durante el año de su Bicentenario de la primera Constitución española. La ciudad más antigua del continente tiene una posición neurálgica y mucha vida. Desde hoy pueden leer sobre ello en Gea Photowords, y aquí les invito a pasear, en el 'making of' del reportaje, por calles gaditanas...



Texto y fotos: Cristina M. Sacristán




Una cigüeña, arreglando su 'ático' en el Castillo de San Marcos, en El Puerto.



   Es de imaginar que hace 200 años no entraban en Cádiz en lancha rápida. Claro que la asediada provincia y, en concreto, su istmo capitalino, eran objeto de deseo de bucaneros, de moros con ansias expansivas, de mercaderes... Cerquita, en El Puerto de Santa María, habitó Cristóbal Colón. Precisamente en el castillo donde hoy se ha instalado una familia de cigüeñas, con las mejores vistas: una de las torres privilegiadas, en la que fuera fortaleza, San Marcos. Desde Sanlúcar de Barrameda zarpó Colón en una de sus desorientadas conquistas. Elcano y Magallanes eligieron este enclave estratégico para emprender su aventura alrededor del mundo, la primera.

   Con todo ello en el imaginario, arribamos con el Levante en contra, peleón, en una neumática dirigida por el experto Miguel Ramos. Tras calarnos y magullarnos un poco, la muralla que rodeaba toda la ciudad, como un fuerte, aún enhiesta, nos guarece del viento fiero de África. El sol va secando la ropa, mientras sorteamos alguna caña de pescar... Miguel nos cuenta que los arrecifes que todavía vemos hoy eran de gran utilidad para evitar antaño a los enemigos. Desde la barca nos retrotraemos en la historia; emociona rodear la muralla, ver los accesos a Cádiz desde la posición de un pez... y el Castillo de Santa Catalina, el que fue transformado en cárcel, permitiendo que el siniestro teniente coronel Tejero pagara por su golpe de Estado. Eso sí, en una prisión de vistas privilegiadas y azules...




Descubriendo Cádiz a vista de pez...



    Como el resto de la provincia, la ciudad de Cádiz es luz, sol, calidez -de temperatura y en el trato-, sabrosas viandas, historia. Fundada nada menos que hace 3.000 años, es la urbe más antigua de Europa, y en su Museo Arqueológico encontramos absolutos tesoros fenicios, como dos sarcófagos que dieron algún que otro dolor de cabeza al arqueólogo Pelayo Quintero. Así nos lo cuenta Juan Alonso, el simpático director del centro expositivo de la Plaza de la Mina. Allí nació precisamente Falla, y esta primavera la plaza se llena de gente tomando algo, en una alegre algarabía.

   El recorrido por la singular ciudad de Cadi-Cadi está marcado, invariablemente, por el humor: a la hora de denominar algunos bares o restaurantes (El Churrete, El Garbanzo negro...); ya saben, cuando algo es muy bueno "no se pué aguantar"; cuando mencionan la Catedral (la nueva prepondera, ¿para qué ponerle nombre?)... En El Puerto de Santa María también prefieren decir "la calle larga", porque todo es más gráfico así. Belén González Dorao, creadora de la Torre Tavira y experta en Gestión del Tiempo, lo tiene claro: "En Cádiz no andamos con rodeos". Quizás por eso hace dos siglos prefirieron rebautizar a la Constitución primigenia española como 'La Pepa', al nacer el día de San José...



Maqueta y lienzo en el Museo de las Cortes.



     Precisamente desde la Torre Tavira -la más alta de las 217 que aún coronan Cádiz- tendremos una visión privilegiada de los puntos neurálgicos del hoy y del pasado de la ciudad. Del mismo modo que gracias a la maqueta de más de 300 piezas que ostenta el Museo de las Cortes de Cádiz. Frente a ella, el óleo La promulgación de la Constitución de 1812, de Salvador Viniegra y Lasso de la vega, reposa, dos siglos después del hito histórico. De la Carta Magna más liberal. Y ese espíritu aún se respira en la tolerante provincia de Cádiz.

   Uno de los árboles centenarios de la capital ligada por un hilo a la Península, un drago, ha muerto. Así que los gaditanos ponen en la valla que lo rodea un cartel de R.I.P., con la foto del árbol exhausto. No lo pueden evitar, e incluso la historiadora del Museo de las Cortes, Mª Rosa, conviene en que la maqueta que nos muestra los entresijos de la mítica urbe es "pá chillarle". Ya se sabe, por lo estupenda que es...

   Ese gracejo se traduce en la portada del Diario de Cádiz de ese día: una expresiva Sara Baras posa con la Barbie que le han fabricado, vestida de bailaora. La ciudad ha ganado mucho con las inversiones del Bicentenario, si bien el resto de la provincia no parece haber notado tanto la redundancia de los eventos. En Tarifa, casi a un paso de África, la paz y la multiculturalidad se abrazan con las olas; en Bolonia, la herencia de Trajano se descubre en medio de un paraíso con duna Monumento Natural incluido; en El Puerto de Santa María se nos hace la boca agua con sus frutos del mar, y con la estela de Alberti; en la bonita Jerez, los vinos coronan una estancia de luz y sol... Es de comprender que, desde la antigüedad, la quisieran y desearan.




Aún siguen haciendo hallazgos en Baelo Claudia.





Reportaje en Gea Photowords: "Cádiz, 200 años después"
Reportaje en TopTurisme: Olas de mar, de luz y de sal
Pronto, un recorrido turístico-gastronómico en Carta de las Culturas
Catas con sabor a historia
Carreras de Sanlúcar, al galope por la playa al atardecer
Recorrido por el Cádiz de los artistas
El espíritu gaditano (humor ante la crisis)
La Torre Tavira, vigía de la luz (El Tintero, 2015)

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